17.5.10

Complementos: cuando menos es más

Las niñas de 20 años, cuando se arreglan, se pasan tres pueblos con todo. Demasiada base, demasiado khol, demasiados collares, pendientes, bolsitos, fulares, ganchitos…parecen tiendas de accesorize ambulantes. Entiendo que sea perdonable ese exceso estilístico por inseguridad. Al no saber qué les favorece, se lo ponen todo por si acaso.

Pero cuando eso lo haces pasada cierta edad, corres el peligro de parecer tu tía la del pueblo el día grande de las fiestas patronales.

Quítate cosas, por Dios!! Se te ha de ver a ti, no el catálogo de primavera-verano de Tous. Si llevas pendientes largos, nada de collares. Si llevas un colgante grande, nada de cosas en el pelo. Si llevas más de una pulsera, olvídate de los anillos, al menos en esa mano. Es mejor una joya buena que tres malas. Y sobre todo, que no se estorben las unas a las otras, no sea que se te enganche el pendiente con el collar y tengamos que llamar a los bomberos (lo que sería genial, os remito a mi post sobre el tema) para resolver el incidente.

Un último marujeo testeado entre mi colectivo masculino de amistades. A los tíos les agobian mucho las mujeres excesivamente “complementadas”. No saben por dónde empezar a desnudarlas.

1 comentario:

  1. Ey, Mustang Sally, me encanta tu blog! Un poco de desenfado a esta década, sí señor! Espero que nos unamos un montón de treintañeras a contarnos cosillas, y sobre todo... a quitarle importancia a todo! Bueno, a todo no, estoy contigo a que no puedes pasar por al lado de un bombero y quitarle importancia, en todo caso, quitarle parte del uniforme! Muy útiles los consejos de los vaqueros, aunque a mí, cuando llevo las Converse prefiero que ensanchen un poco por bajo, para no parecer Makinavaja. Enhorabuena por la iniciativa, aquí tienes una fan.

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