20.1.12

Una de sexo sin amor

Supongamos un supuesto suponible. Una noche de luna llena y hormonas aceleradas conoces a Genaro. Genaro está tremendo y entre vosotros inmediatamente saltan chispas, hay química, lenguaje no verbal incendiario y roces de lo menos inocente que te han hecho en un lugar público en muuucho tiempo. Así que, (si consigues superar que se llame Genaro), acabáis 2 horas después arrugando sábanas en tu casa o en la suya. Luego, el que está fuera de lugar se pira con un beso y un “ha estado genial, estamos en contacto” y a sobarla.

Pero resulta que Genaro sí te llama (también podrías llamarle tú, pero es mi supuesto suponible y esta vez llama Genaro), y aunque no recuerdas muy bien de qué trabajaba, sí recuerdas que para ser vuestro primer polvo la cosa no estuvo mal y piensas que merece la pena un segundo asalto. Otra quedada, un par de copas como excusa y una sesión de sexo que supera con creces la primera.

Después de la tercera sesión con Genaro en menos de un mes, empieza a ser tu ¿follamigo? ¿rollo? ¿al que llamas después de ver Lobezno para que remate la faena que ha empezado Hugh Hackman? Por supuesto ni es tu pareja, ni tu proyecto de novio ni nadie a quien echar de menos si deja de aparecer por tu vida. Sólo es sexo sin amor, sin compromiso, sin ataduras, pero algún nombre le tendrás que poner a Genaro cuando hablas de él con tus amigas…

Unas semanas más tarde, aún estáis en la cama después de la octava sesión gimnástica y Genaro, casi dormido, no tiene ganas de irse a su casa. Y tú te das cuenta de que tampoco quieres que se vaya. Te das cuenta de que además de manejar todos sus apéndices con maestría, Genaro huele genial, recuerdas perfectamente a qué se dedica y no puedes dejar de mirar los hoyuelos de su sonrisa ni como se le marcan los pómulos y la mandíbula cuando respira tranquilo ahí, a tu lado por octava vez. ¿Qué debería hacer en ese momento una mujer moderna que sólo quiere sexo sin compromiso, sin ataduras? ¿Lo echas de tu cama sin contemplaciones y te tomas unas semanas de desintoxicación Genaril tirándote a otro?

Si llegado el momento no encuentras una salida, he aquí una propuesta para solucionar tus desvelos, amiga géminis.

Sonríe y dile mirándole a los ojos: Me gusta como hueles. Me gustan los hoyuelos de tu sonrisa y me gusta tenerte aquí tranquilo a mi lado. Y entonces puedes comprobar como a Genaro se le va el color de la cara, se viste a toda prisa alegando que ha quedado con el Toño y el Josete y verlo desaparecer de tu vida para siempre. Problema solucionado. Efectivamente, lo de Genaro era sexo sin amor, sin compromiso y sin ataduras. Y además, acabas de constatar cómo un tío es incapaz de leer entre líneas cuando le dices que te gustan esos zapatos una semana antes de tu cumpleaños, pero capta inmediatamente un “si seguimos así podría enamorarme de ti” aunque no haya salido de tus labios, ni siquiera quizás de tu cerebro.

Opción B: Existe una remota, insignificante, tímida posibilidad. Que sea él el que te lo diga, así, de sopetón. Pero tú eres una mujer, piensas, analizas, sientes, maduras…De modo que lo normal es que pienses: Vaya, vaya. He aquí un hombre que además de manejar con maestría todos sus apéndices tiene el valor de reconocer con naturalidad que le gustan algo más que mis tetas. Esto se pone interesante. Un punto para Genaro. Así que le sonríes, le murmuras algo que no comprometa mucho y te duermes entre sus brazos perfectos tan ricamente aunque hasta la fecha no había pasado por tu cerebro esa opción…

P.D. Opción C: Se lo dices tú y él sonríe, te besa y te dice que él siente lo mismo. Entonces la música empieza a sonar y el público aplaude en la platea, porque claro, estamos hablando de una película, ¿no? ja,ja,ja.

4 comentarios:

  1. La experiencia es un grado y cuando se empiezan a poner tontitas... pies para que os quiero :)

    Tienes un blog genial. Un abrazo.

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    1. Ja,ja,ja, venga ya! como si no te hubieras enamorado nunca ; )
      Igualmente, chaval.

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  2. Muy buena la entrada hasta que llegas al punto de "Pero tú eres una mujer, piensas, analizas, sientes, maduras…" ¿desde cuando las mujeres piensan y analizan las cuestiones puramente sentimentales? No mientas, que en esos casos sois incapaces de razonar, al menos con coherencia.

    Y te has olvidado de la Opcion D: Genaro que es un tio practico como ha demostrado hasta ahora miente a la femina aprovechando su momento de debilidad, y al hacerlo consigue seguir follandosela mas meses, con la tia volcada sobre el, mientras el se sigue follando otras tias. Ah si, existen muchos tios asi.

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  3. Dios mío, nooo!! Mi Genaro sería incapaz de eso!!! En serio hay hombres así de aprovechados?? Oh My God!! ja,ja,ja. Bienvenido!

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