31.10.12

Cuando surge el amor...de 9 a 5




Es curioso como esta telaraña de blogs que vamos tejiendo nos inspira a veces temas de sesuda reflexión o chorradas absurdas, como suele ser mi caso. O de pronto nos apetece dar la propia versión de un tema cuya ajena opinión leímos hace unos días, como me ha pasado con el último post de Pandora sobre Donde tienes la olla...

Yo estoy a favor de meter partes del cuerpo que riman con olla allí donde la tienes. Y mañana será otro día (en el que apechugar con las consecuencias, vale, pero eso será mañana, no esta noche, Morenaza!) No entro a valorar si una o ambas partes están casadas, faltando con ello a su pareja, si es pecado o hijoputez el hacerlo y tal. No me interesa hoy hablar de fidelidades, sino de posibilidades sexuales y/o sentimentales que se pueden dar en el entorno de trabajo.

Todo el que ha currado en una empresa con más de 10 empleados de ambos sexos sabe lo tentador que es el tema. Es obvio que pasas muchas horas con la gente del trabajo y que somos animalitos y que la atracción surge cuando menos te lo esperas de forma variopinta. No soy mojigata. Encima, según el tipo de trabajo que tengas, se da mucho la posibilidad de tener gustos en común y así el roce hace el cariño. No es lo mismo ser apretador de tornillos en una nave industrial que diseñador y trabajar con otro diseñador moderno, guapo, con fular y dos entradas para la última exposición de vuestro fotógrafo favorito. Hombreeeeee….

Hete aquí unas cuantas variaciones de las relaciones sexomentales que se pueden dar en el entorno de trabajo. Nota aclaratoria: igual mezclo sexos, y ahora digo “ella hace” como “el otro”…No es machismo ni feminismo, es tecleamiento inconsciente. No me lo tengais en cuenta, please.

El rollo cena de empresa. Este mola cuando le pasa a otro, a ser posible de los que te caen mal. Esas movidas que suceden a veces en las empresas grandes con cenas multitudinarias en las que algunos beben más de la cuenta y otros creen que con la oscuridad del garito nadie los ve. Y el lunes unos llegan al curro avergonzados y con resaca y el resto con muchas ganas de tomar un café de máquina y comentar la jugada. ¡Maledicentes!, ¡lenguaraces! ¡desfaenados! Bueno, este rollo igual se podía hacer con más o menos impunidad hace 10 años pero hoy en día es impensable, seguro que acabas en el Facebook de alguien.

La cagada. Es la versión extra-large del apartado anterior. Cuando se ha pasado el calentón del momento encimadelamesadelasaladejuntas y una de las dos partes se da cuenta de que el otro es: A- su jefe, B- su subordinado, C- está casado, D- es idiota y se lo va a contar hasta a la de la limpieza, E- es muy idiota y ahora se cree que sois novios cuando tú ni te acuerdas de porqué le dejaste que arrimara cebolleta cuando sonaban Los Panchos. Solución: huye despavorido. Deja de hablarle, cambia de trabajo, de país, de nacionalidad. Eso no tiene arreglo de ningún tipo. Al menos que te sirva de lección para la próxima vez que te pases con los cubatas y te pongan ojitos, pichabraba. Bueno, si es tu subordinado siempre puedes despedirlo, si has sido tan cabrón como para tirarte al becario, eres capaz de despedirlo por eso también.

El latinlover. Ese que tiene encima de la mesa de su despacho la foto de la mujer y los hijos y en el cajón de abajo una agenda con los números y fotos de todas las cangrejitas que se va tirando en sus viajes de trabajo para llamarlas cuando vuelva por la zona. Cuidadín con el menda. Este no dudará en tirate bocado a la mínima ocasión. A especímenes de esta calaña hay que pararles los pies inmediatamente. Entre tomarte por puta, o por hijaputa, con estos “compañeros de trabajo” prefiero lo segundo. Estos fichas ni en foto, que tienen muchas cualidades para pasar a ser acosadores a la mínima que les des cancha. Se les suele ver el plumero enseguida porque todo el mundo sabe de su agenda y de su revolver lleno de muescas (además de puteros suelen ser bocazas) así que es raro que una de la plantilla caiga en sus redes, porque las que lo tratan a diario suelen vomitar en su papelera.

El amigo “si tu quisieras y yo pudiera”. Este mola a veces. Dependiendo de lo bueno que esté y de lo sutil que sea, te sube la autoestima y te hace ir a trabajar agusto una temporadita mientras dura la novedad. Es el tío con el que igual intentarías algo en otra vida, en otra ocasión, en otras circunstancias…El que te dice hola guapa cuando entras en su despacho, con el que tomas café y hablas de vuestros hobbys comunes, al que sólo ves afeitado, perfumado, encorbatado y de buen humor. El colega que incluso te puede poner berraca un día que le da por venir a currar con Levi’s y camiseta negra. Con este tienes la sospecha de que si os quedarais incomunicados por la nieve en un hotel de lujo a 2000km de casa…igual te saltaba a la yugular. Luego todo dependería de lo bueno que esté él y de lo buena que quieras ser tú. Ja,ja,ja. Pero como esa situación no se va a dar, este especimen en unos meses pasa a la zona de amigo y se cierra definitivamente su ventana de actuación (gracias por ampliar mi vocabulario, Mac). Es entonces cuando entra en la oficina una secretaria nueva, más joven y más rubia que tú y resulta que tu amigo ¡quien lo iba a decir! tiene más hobbys en común con ella que contigo. Es ley de vida.

El amorrrrr. Lo he visto con mis propios ojos. Dos veces. Compañeros de trabajo que se conocen, se enamoran, dejan a sus parejas en el caso de que las tuvieran y se casan y tienen hijos y comen perdices. Tal cual. Será casualidad que haya sucedido dos veces en mi entorno laboral, pero es cierto. Y uno de ellos (en este caso ambos solteros y sin pareja, en el otro todo lo contrario) era colega y me alegré mucho por él y cuando me contó sus dudas lo tuve muy claro. Tío, trabajos hay docenas ( o al menos en esa época los había) pero el amor de tu vida sólo aparece una vez, o dos para los afortunados, o nunca para algunos. Si crees que La has encontrado, a la mierda el qué dirán, a la mierda los jefes, a la mierda la olla, la polla y la madre del topo. Díselo. Y hasta hoy.

Así que , viendo siempre a priori el vaso medio lleno, yo digo sí a la confraternización entre compañeros de trabajo, sobre todo si no te gusta demasiado tu curro (por lo de la huída en caso de emergencia, más que nada).

13 comentarios:

  1. Mustang, veo que el tema de las cenas de empresa es algo recurrente en tí.
    Tal vez tengas ahí alguna experiencia interesante para una próxima entrada...

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    1. Uyyy, montones!! Pero lo que pasa en Las Cenas, se queda en Las Cenas , ja,ja,ja. Pero hace años que ya no hacen cenas de empresa en mi curro...y personalmente ya no me compensa la resaca del día siguiente. Será que me hago mayor.

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    2. Por cierto, no sé si seguirá la promoción, pero en el Ann Summers de al lado de tu casa estaban de oferta unas esposas muy aprovechables, por si quieres llevartelas al trabajo.
      Y por esposas no me refiero a mujeres infieles...

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  2. Buenooooooooooooo!!!! yo estuve muchos años trabajando en una empresa de decenas hombres y mujeres; soy experta, podría dedicar una tesis doctoral al tema jajaja.
    Os diré que mi primer novio como Dios manda y formal le conocí allí y valió mucho la pena :(
    Por otro lado los rollos... de eso también sé un rato y también sé de coqueteos y líos, muchos líos que jamás contaré. Si lo hiciera las estadísticas de visitas de mi blog se saldrían de la pantalla ¡os lo aseguro! XDDDDDDDDDDDD
    No es aconsejable pero es lógico. El trabajo te ayuda a mantener el contacto con otras personas, os vais conociendo a poco a poco y acabas por liarla. Luego están los que lo se toman la cangrejitas de la empresa como su harén personal y van picoteando a ver quién cae.
    Que sí, que una empresa con mucha gente y variedad de sexos es susceptible a convertirse en un putifero. Dixit.

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  3. Que bueno, lo has clavado. Me he reido mucho, mucho. XDD

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  4. Acabo de llegar a tu blog desde el de Pandora... y justo estaba pensando en escribir un post sobre lo mismo...

    Trabajo en una empresa con más de cien empleados y tengo la máxima de donde tienes la olla no... En las cenas de empresa, confieso que me retiro después de la primera copa siempre para evitar los posibles efectos del alcohol, tanto en mi como en mis compañeros. Sí he visto rolletes entre compañeros que han salido mal y que terminaron con uno de los dos dejando la empresa... y otros que terminaron casados y con hijos. Yo soy de las que opinan que si les veo 12horas al día, no me gustaría llegar a casa y seguir viéndoles...

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  5. Yo, debido a mi juventud y a que acabé hace relativamente poco los estudios (y a la situación del mercado laboral actualmente), no tengo mucho rodaje en el asunto de las empresas pero he sufrido en mis carnes lo del amigo "si tú quisieras y yo pudiera". Cada vez que aparecía por mi "despacho" con su traje y su colonia y su gomina... Me daban ganas de desparramar los papeles de mi mesa y decirle: "Aquí. Ahora." pero claro...
    Ahora ya no estoy en la empresa y es el único que se para a hablar conmigo cuando me ve por la calle. Debería pedirle su móvil con la excusa del "podríamos tomar café algún día..." Pero pensándolo bien si no es en la mesa del despacho, ya no mola tanto :(

    ¡Un saludo!

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    1. Jejejeje, me encanta tu última frase... ("Un saludo" no, la que va antes;-)

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    2. Esa es justo la gracia de este especimen, que si lo sacas de contexto...pierde la gracia, je,je.

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    3. Bueno, y eso que no comenté el morbazo que da que tenía casi diez años más que yo... :$
      xDD

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  6. Ay Sally, Sally de mi alma ¿cuándo nos juntamos y escribimos una tesis sobre los amores/rollos/tonteos/follamigos/novios/maridos (propios y de otras) en el trabajo?

    Sea cual sea la situación de entre las que propones, siempre es un aliciente que te compensa no ser millonaria y tener que trabajar, así que ¡VIVA EL AMOR DE 9 A 5!

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    1. Cierto, los millonarios no conocen estos placeres tan voluptuosos... no, espera...

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  7. Tengo una ex-cuñada (je, je,.. cuanto más mayores nos hacemos más "ex" acumulamos) que me dijo que lo normal es encontrar el amor en el círculo en el que te mueves... en realidad en aquella ocasión me lo dijo porque me había colgado del amigo de mi ex-novio (otro "ex") y el consejo me quitó mucha culpabilidad de encima. Pero es verdad que me he acordado de ella en muchas ocasiones: donde pasas más horas acabas rodeándote de la gente más afín a ti. Y en las empresas con más de 10 trabajadores surgen los rollos, coqueteos o las relaciones más serias del mundo porque somos así, nos acabamos "arrimando" unos a otros, aunque sea después de 2 copas. Así que Sally, Pandora, Zenia... estoy con vosotras, que viva el amor de 9 a 5.

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