Charlie Hunnan será Grey. ¿También en 3D? |
Resulta que las compañeras de trabajo de mi madre, que además
de ser todas como 30 años menores que ella son unas cachondas, le han regalado
por su cumpleaños la famosa trilogía de las 50 sombras de Grey.
Mi madre entre risas me enseñó los libros, diciéndome que
ahora se los tenía que leer para no quedar mal con ellas, pero que como yo soy
muy lectora “y eso”, que si me los leía yo primero y le contaba si sí o si no. Faltaría
más, madre! Me lo leo y te hago un comentario de texto, sin problemas. Así que
cogí el primero y me lo llevé. Y 380 páginas después se lo devolví sin acabar.
Mamá, si quieres, órale carnal, pero no vale la pena. Es a la literatura lo que
Hombres mujeres y viceversa a la televisión, lo que Sonia y Selena a la música,
lo que Dos colgados muy fumados al cine. Una castaña pilonga.
Aguanté 380 páginas porque quería leer al menos uno de los
episodos sado que han hecho famoso al libro y millonaria a su autora, y ahí me
quedé. Me pareció de un cutre, de un humillante y de un casposo tal, que en
lugar de ponerme a cien me puse a 200 pero de cabreo. Si esto lo llega a
escribir un hombre, en lugar de hacerle una película, le hacen un Via Crucis
por misógino, cerdo y maltratador. Sale en el telediario de la Sexta fijo.
Ante este tocho supuestamente cerdete se me plantean dos lecturas
distintas. La primera desde el punto de vista de su calidad como novela. Me
atrevo a opinar al respecto porque soy lectora voraz desde los 4 años y aunque
disfruté como una gorrina quinceañera con la saga Crepúsculo, sé que no merece
ni estar apilada en la misma estantería junto a cualquier cosa que escribiera
Oscar Wilde, aunque fuera su lista de la compra. Pues eso. Se lee muy rápido,
mucho diálogo, ni una palabra de más de 5 sílabas, contado en primera persona y
ambientado en el presente, todo muy fácil de digerir. Lleno de marcas (no
entiendo porqué no puede decir que se comió una chocolatina, sin más, tiene que
decir la marca de todo) y lleno de frasecitas recurrentes e ingeniosas. Como
lea otra vez lo que hace “la diosa que llevo dentro” la obligo a leerse La Montaña Mágica de un tirón y en arameo.
La segunda lectura, desde el punto de vista del sexo como
cebo para vender ejemplares como churros y enganchar a los (o en este caso
mayoritariamente las) lectores. Bueno, qué queréis que os diga. El lenguaje
sexual es explícito pero no atosigante y por mucho bondage que predique, no hay
nada bizarro. Escandaloso para las que gustan de culebrones, aburrido para las
liberadas modernas y para mi, ni fu ni fa. El tío está buenísimo pero es un
rarito de cojones y la tía es gilipollas. Es guapa, está buena, tiene 21 años y
acaba de graduarse en la universidad…y es virgen. Lo dicho, gilipollas. Lo
único que le envidio es que una vez el rarito la pone en marcha, tiene orgasmos
como otras tenemos dolor de espalda. Continuamente. A puñados. 4 veces al día. Lahijaputa.
El colega le
dice: ¡venga, ahora! Y ella, obediente como un corderito, lo da todo. Qué
máquina el taradito de Grey, lástima que le haga firmar un contrato obligándola
legalmente a que no puede hablar con nadie de lo que le hace, porque a mi me
faltaba tiempo para llamar a mis amigas en plan ¡¡Nena, nena, nena!! Me estoy
zumbando a un Jabato que lo flipas!!!
Sí que es verdad que lo ha escrito una tía, lo
cuenta una tía, y cuenta lo que le pasa a ella, lo que siente ella, en primera
persona, con lo que es muy fácil que te identifiques con sus sensaciones,
bueno, menos cuando la está zurrando o la llama nena, que a mi eso me saca de
la novela y de quicio, no lo puedo evitar.
Un buen amigo que me conoce desde hace un porrón de años, se
burlaba de mí cuando se lo conté. Decía que basta que todas digan A para que yo
opte por B, por eso no me ha gustado la novelita de marras cuando la mitad del
universo femenino la ha leído y sus parejas lo han celebrado con champagne. Que
a mi lo que me pone es ir contra corriente. Y puede que en el fondo tenga
razón, porque he de reconocer que el único pasaje de la novela que me aceleró
el pulso de verdad fue cuando el “pobre” Cristian Grey, en un arrebato de
sinceridad, le confiesa a la ya no tan virgen pero igual de gilipollas de
Anastasia que él es así porque de jovencito, una amiga de su madre lo inició al
sexo de una forma directa y sin rodeos, enseñándole durante años todo lo que
sabía sobre cómo dar placer a las mujeres. Por un momento me imaginé cogiendo
por banda a El Pantera y obligándole a aprender despacito y sin prisas cómo se
debe tratar a una dama cuando la luz escasea y la ropa se cae…Ufff, a ver si va
a resultar que lo mío es estar al otro lado de la fusta…
Jajajajaja, estoy totalmente de acuerdo contigo!!!! Yo decidí leer el primero por curiosidad, para ver que era ese libro que había armado tanto alboroto! Casi todas las chicas de mi trabajo lo leían, mis amigas lo leían... y yo me sentía un bicho raro porque era la única que no lo tenía. Total, que quise integrarme en la sociedad pudiendo hablar de Grey con el resto de feminas de mi entorno... y bueno... terminé el primero por cabezoneria, y quise ponerme con el segundo a ver que tal... pero que agotador, por favor!!! Todo el día igual!!!! menos mal que los tengo en el e-book y me los pasaron, porque si me los llego a compar, me cabreo...¡¡y mucho!!
ResponderEliminarSí, con los tiempos que corren has de ir a lo seguro antes de comprarte un libro. Yo me los pillo de la biblioteca, y si me gustan mucho, entonces me los compro.
EliminarYo te aseguro que lo mío es estar al otro lado de la fusta.... ;-) muy bueno el comentario de Oscar Wilde, por cierto. Yo no he leído la trilogía, aunque pensaba leerla por curiosidad y creo que lo haré algún día, mira se la pediré a tu madre. Creo que opinaré lo mismo que tú y antes de 100 páginas me lanzaré de cabeza a ver un capítulo de Spartacus. Crixus forever.
ResponderEliminarNena, nena!! Qué gusto saber de ti de nuevo, ya pensaba que Crixus te habría convencido para irte con él a Australia a matar romanos, ja,ja,ja.
EliminarPues se va a quedar muerta cuando empeceis a llamarla todas: Tíaaaaa, me han dicho que tienes un libro por ahí que....Ja,ja,ja.
Molts besets
Pienso exactamente igual que tú... www.adolestreinta.com
ResponderEliminarÍdem... http://elunicoygenuinotorpeman.blogspot.com.es/
EliminarTorpe....¿pero tú lo has leído? Mira que con ese disfraz que me llevas pareces recién salido del cuarto del dolooor, sólo te falta la fusta. :))
EliminarEn realidad solo he leído el título, pero me ha dado muchas ideas. Cincuenta sombras... mmmmm....
EliminarQue te hace creer que la fusta no forma parte de mi atuendo?
Pues tienes razón, soy más de contacto directo piel con piel. La gama es muy amplia, desde el roce hasta...
Yo pensaba leer el primero por curiosidad, para poder criticarlo con conocimiento de causa. Pero entonces gente de mi entorno empezó a hablar de él y se me quitaron las ganas. Y desde que supe que la autora rechazó a Matt Bomer para el papel por ser gay... pues se me han quitado las ganas por completo. ¿Qué pasa? Que Heath Ledger y Jake Gyllenhaal pueden hacer de gays, pero Matt Bomer no puede hacer de hetero?
ResponderEliminarEn cambio hace unos días terminé un libro, que sin estar catalogado como erótico, describe el deseo y el sexo de una manera tan natural, no explícita... Que me pasé las 300 páginas con la sangre a millón.
¡¡¡El título!! ¡Se te ha olvidado el título!!!! XD
EliminarPues mira que está bueno Mat Boomer, pero a mi no me cuadra con el papel, y no por ser gay, sino por la cara de gentleman sin mácula que tiene con esos ojos azules inmensos. El raruno de Grey es más retorcido, mucho más canalla y un poco siniestro. La verdad es que prefiero a Charlie Hunnan, que por cierto, es hetero pero ha hecho de gay, ja,ja,ja.
Pero tú estás dando motivos razonables, Sally. Pero que esta "señora" diga eso... Sería un actorazo si consiguiera hacer creíble el papel a pesar de ser gay y tener cara de gentleman ;)
EliminarXDDD Es cierto!! El libro es "Una esposa de fiar" de Robert Goolrick.
Aaaaay, QUÉ GANAS TENÍA de que publicases un post al respecto de 50 sombras de Grey. Si es que yo veía a mis amigas venga de leerlo y regalárselo (¡amigas a las cuales creía conocer!), y sonreírse picaronas cuando se hablaba del tema. Pero no, YO SABÍA que el libro iba a ser un petardo. Me bastó con ver a su autora en una entrevista en el Elle (también yo, qué grandes fuentes de sabiduría consulto, ja, ja...) y me sobró al leer sus comentarios sobre cómo empezó a participar en blogs y vio el filón. Uf, qué pereza...
ResponderEliminarY encima el otro día, al respecto, se me cayó otro mito. Le preguntan a Channing Tatum (para siempre Magic Mike) si se veía como protagonista de la versión para cine y dijo que no, que a su esposa no le gustaría y que (aquí viene lo bueno) ella sí se lo había leído y él estaba "muy agradecido" por ello. Pero VAMOS A VER, que ella no tenía suficiente inspiración sólo con verlo pasar por el pasillo hacia la cocina??? Si la tengo yo, con sólo saber que ese DIOS está vivo, ja, ja...
Dios da pan a quien no tiene dientes. Señora de Tatum: ¿En SERIO ha necesitado leerse el libro para animar su vida sexual???!!! ¡¡Si estás casada con Magic Mike, pedorra!!! Un tío que sabe bailar así (y no es gay) tiene que moverse en el catre que da gloria!!! Quefuertequefuerte me parece. Eso y lo de la otra, informándose en blogs de qué temita podía tocar en sus libros para forrarse. Bueno, eso me da envidia, la muy @!&F$X se ha forrado.
EliminarAy, Paula, que par de temazos para el cafelito de la tarde que acabas de lanzar...Hema aquí, toda indignada removiendo la cucharilla con frenesí marujo. Ja,ja,ja.