3.5.13

Cuando Arturo se pone romántico



Existen dos clases de románticos. Los que lo son y les encanta y viven su vida de acuerdo a las leyes del romanticismo y los que no se tienen a si mismos por románticos ni sentimentales, pero a veces, hacen algo romántico sin darse cuenta.

Tengo un amigo que cada año el día de su aniversario, le regala a su novia, ahora su mujer, el mismo número de rosas rojas que años llevan juntos. Y ya lleva 9. Ella encantada de la vida, espera ansiosa el momento en que el florista irrumpa en su despacho con las flores y a ambos les chifla el asunto. No os creáis que el tipo es un flacucho enfermizo y gafitas que sólo lee a Benedeti, ¡qué va! Es un tío bastante guapo, grandote y muy deportista que rara vez no lleva nada de North Face, pero es un romántico. Pues lo siento chaval, te quiero un montón pero a mi lo de las rosas me parece una cursilada y como se te olvide un año te va a caer la del pulpo.

Yo leía bastante a Becquer en mi adolescencia. Más las leyendas que las rimas, pero las rimas también. Ese sí que era un romántico. De puro romántico han sobado tanto sus versos que ya ni los intentamos entender en toda su profundidad.

Hoy la tierra y los cielos me sonríen,

Hoy llega al fondo de mi alma el sol.

Hoy la he visto, la he visto y me ha mirado,

¡Hoy creo en Dios!

¿Te imaginas hacerle sentir esto a un hombre? Es para tirártelo un par de veces al menos, al pobre. Aunque ve con cuidado, porque si se pone así por una mirada, igual lo matas de un infarto cuando te vea cabalgando desnuda sobre él como una amazona en celo. Tú verás. A mi no me van estos especímenes de verbo florido y mirada lánguida, ni aunque escriban tan bien como este poeta.

Luego están los otros, los que no hacen cosas románticas, los chulitos curtidos en mil batallas que no se enamoran (casi nunca) ni se dejan llevar por el corazón, como los protagonistas masculinos de las novelas de Pérez-Reverte. 

Acabo de terminar El tango de la Guardia Vieja, su última novela, y me ha dejado loca, casi tanto como la anterior (El Asedio, mi favorita hasta la fecha junto con el primer Alatriste) Qué hombres, ¡qué hombres! Espero no llenar esto de spoilers por si pensáis leerlas, pero ¡qué hombres! El Capitán Lobo y Max Costa. Ambos muy diferentes pero con finales muy similares. Un par de hombres a los que las mujeres en general no han importado demasiado a lo largo de su vida, las han utilizado igual que ellas a ellos, pero llegado el momento saben distinguir de entre todas las que arrugaron sábanas junto a ellos, aquella por la que vale la pena jugarse el tipo y la dignidad (y perderlo, como sospechaban que iba a ocurrir) para que ella gane y siga su camino. Nunca he hecho esto por nadie, pero por ti, lo hago. Diossss. Cuando es real, cuando es cierto, esa clase de gestos nos vuelve locas, nos desarma, nos descoloca.

Cuando un tío al que no has conocido más que follamigas y que prefiere madrugar para hacer deporte a ligar hasta las tantas en un garito mientras se emborracha, te manda sin previo aviso una carta con sello y todo, de las que deja el cartero en el buzón, con una sola frase escrita de su puño y letra en mitad de la página abriéndote su corazón, lo mínimo que puedes hacer es enamorarte.

Advertencia. Cuando es real, cuando ella te importa de verdad y no sólo estás intentando llevártela al catre, porque tarde o temprano te pillará, y no hay nadie más temible que una mujer despechada.

7 comentarios:

  1. Pero entonces.. ¿hubo polvo o no?

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  2. La pena es que los hombres de las novelas de Reverte no existen fuera de las novelas de Reverte... ni siquiera el propio Reverte (aunque él lo crea), que ya se fotografía con pose de "escritor creando una de mis maravillas" y se repite más que el ajo.

    La pose la vi en una promoción de FNAC y me hinché a reir, qué quieres que te diga. Será que estoy cínica. Besitos.

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    1. Supongo que si yo hubiera vendido todo lo que ha vendido él también pondría es apose de sobrado, ja,ja,ja.
      Besitos

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  3. Doy fe de la ultima frase, no hay nada peor.

    Otra cosa cielo, ¿no te ha quedado un poco "pastelero" el post? que no te hacia yo a ti tan ....ummm...como decirlooo....¿enamoradiza? jajajajaja

    Un beso y portate bien!

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    1. ¡¡Ay, "cielo!! ja,ja,ja, que me ha llamado "cielo"!!

      Enamoradizo es el que se enamora muchas veces con escasos motivos y se desenamora con la misma rapidez y facilidad. Yo sólo me he enamorado una vez, pero es para el resto de mi vida. This is the difference, Maestro ;)

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    2. aaayyyyy cielo!!!

      Aclarado pues!

      Insisto, bss y pórtate bien.

      (que haría yo sin ti)

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