9.2.13

Pero...¿Cuándo me hice mayor?


No te esfuerces, mona, te has convertido en una Señora.
Esta es una de las preguntas que desde hace una temporada sacude mi cerebro cual mosca cojonera. Mis amigos empiezan a cumplir 40. Bueno, también tengo amigas con los 30 recién estrenados, y otros que ya dejaron atrás ese paso de “añeros” a “entones” y han sobrevivido, pero en un par de años vamos a caer todos los del grupo.

La primera vez que pensé que me estaba haciendo mayor fue al independizarme, aunque entonces fuera divertido y salvaje, porque por fin no tenía que rendir cuentas a nadie de mis idas y venidas y podía comer pizza 5 días seguidos sin que mi madre me diera la chapa. Pero con la llegada de las facturas y de cosas tan apasionantes como limpiar el baño o hacer la colada me dije ¡coño! Me estoy haciendo mayor. Bueno, con eso y cuando me ví ridícula un día que iba a salir de fiesta con un top ombliguero. Igual no estaba ridícula, pero con 32 años, o eres Leticia Sabater y te la pela hacer el ridículo o mejor guarda el ombligo a buen recaudo hasta el verano, y los tangas de Piolín (si has tenido huevos de llevar alguno), tíralos directamente a la basura.

El otro día hablaba con una amiga que había comprado como regalo para otra amiga (ambas de 31) un pijama “monísimo” con los enanitos de Blancanieves. Yo le pregunté a qué edad creía ella que debían dejar de ponerse pijamas de dibujos animados y pasar a la seda y al liguero. Para mi esa edad fueron los 27, aprox. Para ella todavía no había llegado. Vaya, pensé, las que estamos acabando la treintena nos aferramos a ella del mismo modo que las que acaban de entrar se aferran a los 20 porque se ven muy jóvenes todavía para lo que se supone que implica la treintena: hipoteca, marido, hijos, destroce de cuerpo con los embarazos y que de un día para otro, todo el mundo te llame “señora” porque tienes más de 35 años y vas empujando carrito.

Esto último es curioso (y humillante, joder). Un carrito de bebé te echa 10 años encima y otros tantos kilos. Intentas seguir siendo tú mientras lo empujas, llevas la misma chupa de cuero, el mismo eye liner en los ojos, la melena al viento, las botas biker y las Okley negras que son lo menos marujo que encontraste en la óptica bajo el epígrafe “gafas de sol para mujer”. Pues no hay manera. Soy una señora con un bebé. Me he hecho mayor. Ahora sólo me falta asumirlo.

¿Quiere eso decir que me toca mirar en las revistas los artículos de maquillaje que te “quitan 10 años de golpe” en los que te explican trucos anti edad sobre la cara impoluta de una modelo de 19 años retocada con Photoshop? ¡Manda güevos!

Supongo que los tíos también tendrán sus momentos de agobio con el tema calendario. Debe de ser duro mirarte al espejo un día y darte cuenta de que te estás quedando calvo lo quieras o no, con la de polvos que te ha conseguido ese gesto canalla de pasarte la mano por el pelo…Tener la certeza de que a casi ninguna mujer le resultan atractivos los calvos a no ser que se llamen…No, no puedo decir ahora el nombre de un calvo que me ponga porque no lo hay, y menos aún el de un tipo que se está quedando calvo e intenta disimularlo con gomina, peinándose hacia delante en un vano intento de tapar sus entradas, o peor aún, dejándose el pelo largo a ver si le tapa la pista de aterrizaje. Y ellos lo saben. Saben que no nos gustan los calvos ni los bajitos. Bueno, los que son más bajitos que nosotras. Eso al menos tiene remedio, búscatela chiquitita y espera que no sea una de esas que miden 1’50 pero le gustan los de 1’80, que también las hay.

Supongo que para algunos (creo que lo entenderán más las chicas que vosotros, sí vosotros, esos Peterpanes que nos llamáis "señora" aunque sólo os saquemos 5 años) este será un discurso superficial, sí, igual lo es. Mañana será otro día. Seguro que si viviera en la edad media mis preocupaciones serían otras. A ver, a mis treintaytantos pero en el siglo XIII…Mi mosca cojonera sería cómo conseguir llevar algo que comer a mis últimos 6 hijos, porque los 5 mayores están muertos por la peste o la guerra e intentar mientras tanto que no me quemen por bruja porque he opinado en contra del derecho de pernada después de que se lo hayan aplicado a mi hija de 12 años, porejemplo. Al menos ahora podemos opinar, aunque sólo nos miren para “deja pasar a la señora del carrito” Diosss, canija, ¡anda de una vez! Porque necesito recuperar mi estatus de Mujer antes de que sea irreversible lo de Señora y me dé por comprarme medias de compresión, zapatos de horma ancha y hacerme la permanente. Cagüenlaputa.

9 comentarios:

  1. Sally querida, deja de afligirte. Estabas divina con tu top ombliguero, estás divina empujando carrito y estarías divina aún con zapatos de horma ancha y permanente.

    Si un bebé te echa diez años bienvenidos sean y que ningún maquillaje te los quite, que mucho nos ha costado tenerlos, los años y la sabiduría que conllevan.

    Por lo demás, a ellos les da exactamente igual el pelo, los años y los kilos. Mientras les funcione el pito, seguirán pensando que tienen 21 años y presumiendo de ello. Ya sabes, se les baja la sangre y las funciones cerebrales se ralentizan.... ;-) Besetes.

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    1. Buf, si es así, bendita ralentización de funciones cerebrales...

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    2. Ay nena, como dijo Legolas...A veces, hasta a los elfos les puede el desánimo. ;)

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  2. Sally, para los que llevamos casco a diario, ¿que alternativa hay a la gomina, raparse?

    Es por ir haciendome a la idea...

    P.S.: ¿Has pensado en pintarle unas llamas en los lados al carrito, tipo hotrod?

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    1. Raparse, Torpe, ALWAYS raparse.

      Ehhh, muy buiena idea las llamas!! Me la apunto. Como el carrito en cuestión es gris y negro, quedará muuuuy elegante, ja,ja,ja.

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  3. Ja! Todo el mundo piensa que mi hermana pequeña es la mayor, desde que se casó y tiene una hija, y eso que soy 6 años mayor que ella. Yo encantada :)

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  4. buenisimo, me ecnata como escribes, yo tengo treintaypocos y bueno mas o menos me pasa como a ti. ahora q vivo sola no encuentro ningun placer en comer lo q quiera y estar pendiente del polvo, ni ningun morbo especial dormir a la hora que quiera ni poder traerme gente a casa pq no suelo hacerlo. llevo un pelin mal este paso del tiempo y eso q lo del carrito aun no lo tenog en mente. pero sigo con pijamas infantiles jajajaj me da media vida

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    1. Siempre queremos lo que no tenemos. Snif, snif, está en nuestros genes...

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