Creo que esta declaración de principios pertenece a La Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas hijo, pero no estoy segura. En cualquier caso, es una frase que da que pensar a pesar de su aparente sinsentido.
Te quiero demasiado como para ser sólo uno de tus rollos de fin de semana y que no puedas quedar conmigo hoy porque vas a tener a otra en tu cama, pero no lo suficiente como para perder mi dignidad, mi amor propio y anteponiendo tus deseos a mi orgullo, consentir que no quedes conmigo hoy porque sé (los dos sabemos que lo sé) que vas a tener a otra en tu cama.
Ya tenemos treintaitantos, así que hablo de relaciones, no de cangrejitas (qué gracia me hace el apelativo Macarrónico, me imagino a niñitas monísimas de veitipocos vestidas de Berska con demasiado maquillaje y sujetadores con relleno que siempre van juntas al lavabo, ja,ja,ja) Bueno, pues eso. Nos hacemos mayores, que no viejas, y cuando empezamos una relación, no te digo que queramos empujar carrito enseguida, pero sí pedimos sinceridad, estabilidad y definición. ¿Estás conmigo o no? ¿Puedo contar contigo o no? Yo no estoy tirándome a nadie más porque sólo quiero arrugar sábanas contigo, ¿y tú? Es lamentable que yo crea que estamos juntos y me esté dejando llevar hacia el enamoramiento y tú estés en la fase lo pasamos bien juntos pero no estamos saliendo como si fuéramos dos adolescentes y no me lo digas. Sobre todo cuando ya han pasado meses desde que empezamos a vernos desnudos con regularidad.
Aunque lo que me interesa de verdad es la segunda parte de la frase. Volviendo al tema de la edad y la estabilidad y el darle más importancia a unas cosas que a otras, conozco un caso de un matrimonio, con hijos, hipoteca y años de relación en que el marido es absolutamente infiel a su esposa, y es tan flagrante y conocido el tema, que incluso ha tenido un hijo con su secretaria. Hablo de un pueblo grande, donde todavía la gente se conoce y habla y las reputaciones de unos y otras forman parte del currículum. El tipo en cuestión es un empresario adinerado cuya empresa (y secretaria e hijo) residen en el mismo pueblo y cuya mujer de profesión sus labores, camina erguida por la calle principal con el bolso caro que le ha comprado el marido y un “ande yo caliente ríase la gente” escrito en la cara, justo un poquito más abajo de unos cuernos monumentales.
No pretendo juzgar, sólo exponer hechos. No quiero hablar del marido, al que personalmente cortaría los testículos en finas lonchas y envasaría al vacío cual chopped de pavo, sino de ella, la versión femenina de la frase con que comienza el post ¿Es tan grande el amor de esa mujer por su marido y por mantener la estabilidad de su familia como para aguantar tal humillación de por vida? ¿Es tan interesada como para preferir su casa con piscina a su dignidad como mujer? ¿Es tan débil como para quedarse sin hacer nada porque no sabe qué hacer? ¿Cómo pueden mirarse a la cara y hacer como que no pasa nada?
Yo, desde luego, aunque creo que sí perdonaría UNA infidelidad puramente física y esporádica de mi hombre por aquello de que la carne es débil y me importa más nuestra relación y lo que compartimos que esa petarda a la que no vas a volver a ver (por mis huevos que no la vas a volver a ver o te aseguro que me tiro a tu equipo de rugbby enterito como venganza) no perdonaría una relación paralela, no consentiría ser la que le hace la cama que utiliza con otras ni mucho menos defenderlo con la cabeza alta diciendo que él es así y yo le quiero como es, a él, a su secretaria y al hijo de ambos que no tiene la culpa de nada, el pobre crío...
Qué difíciles son las relaciones, Sally, qué difíciles son. Todo lo que no sea fidelidad total y absoluta por ambas partes es el inicio de un conflicto y la fidelidad total y absoluta con todo lo que hay por ahí... pues la verdad, tampoco es fácil, seamos realistas.
ResponderEliminarAdemás "fidelidad" es algo tan subjetivo... ya te comenté el otro día el peculiar concepto de "ser fiel" que tiene un amigo mío y ya te comentaré cuando nos veamos (no quiero ponerlo aquí) la última sobre el mismo tema que me dijo ese mismo amigo, que me dejó de pasta de moniato. Creo que acabaré hablando con su mujer a ver si ella comparte esas mismas ideas de torero, porque deben ser una pareja muy, pero que muy peculiar....
Besitos reina, a ti, a tu hombre, a tu hombrecito y a miniSally
PD: por cierto, ya estoy viendo la tercera temporada de Spartacus "Vengeance". Sin Andy (snif) pero con muuuuuuucha carne y acción. Se impone cafelito de comentar las mejores jugadas.
Se impone cefelito a tres bandas: tú, yo y la mujer del torero para aclararle unos cuantos puntos!! ja,ja,ja
EliminarLas hembras - seáis de la especie que seáis - habéis venido a este mundo a sobrevivir, adaptaros, reproduciros...
ResponderEliminarPero nosotros Mustang, nosotros hemos venido a eyacular, y si sobrevivimos, nos adaptamos y esas historias... pues eso que nos llevamos, pero de paso.
Y si no piensa en el macho de la mantis, puede ser que le coman, puede que no. Pero él por si acaso ahí va, y si libra, pues que le quiten lo bailao. A por otra. Y si vuelve a librar.. a por otra.. hasta que cae.
Un abrazo bella.
Tu segundo párrafo es para enmarcarlo. Ja,ja,ja.
EliminarUff, yo este tema lo tengo tan reciente que mejor no opino. Aunque admito que estoy bastante de acuerdo con tu post.
EliminarPero hablando de reproducción animal; el otro día unos amigos sacaron el tema del curioso método reproductivo de los mejillones. (No me preguntéis a qué vino eso).
Resulta que el macho-mejillón eyacula a varios metros de distancia, respecto a su tamaño es la eyaculación más "potente" del reino animal. La hembra, supusimos, le espera con la concha abierta. Ejem.
Bromas aparte sobre cómo se movería la hembra para asegurarse de no perder tan preciado y único fluido engendrador de vida -porque, al parecer, el macho-mejillón muere tras eyacular (a éste no le hace falta ninguna mantis, se muere él solito)-, nos preguntamos acerca del pobre macho-mejillón que tuviera un sueño húmedo y muriera sin cumplir su único cometido en su insignificante vida mejillónica.
Pero lo curioso aquí es que ¡a las mejillonas les va la inseminación artificial para madres solteras!
Yo sigo siendo demasiado romántica, a pesar de los palos, y de momento no tengo ninguna urgencia maternal, así que todavía no me planteo el método mejillónico, pero no me cierro a ser madre soltera si, en un futuro, no hay nadie en mi vida, la verdad. (Quién me ha visto y quién me ve...)
Me parto con tu símil de los mejillones!! Ojalá a unos cuantos crápulas les pasara lo mismo y ya de paso, además de desaparecer del mapa, su semillita no tendría consecuencias. Lo peor de un capullo integral es que encima ose reproducirse.
EliminarBuena entrada Sally, coincido contigo en muchas cosas... me ha sorprendido lo de valorar la posibilidad de perdonar UN desliz: yo también lo haría. Creo que la gente es excesivamente radical con este tema y antes de juzgar una infidelidad una pareja debe preguntarse muchas cosas. Eso sí, Si lo hiciera como costumbre, lo echaba a la calle en un Santiamén.
ResponderEliminarA ver Macarronazo, hace cinco mil años quizá si era necesario sobrevivir, eyacular compulsivamente y esas cosas.... antes también era necesario que fuerais fuertes para salir a cazar y alimentarnos. Ahora existen supermercados y carritos de la compra que nos han facilitado mucho las cosas.Creo que los papeles han evolucionado, o sea que a mí lo de que la genética manda no me vale. El fenotipo también depende del ambiente y en la modernidad existen bancos de semen... no os preocupéis que ya tenemos reservas si os extinguís, o sea que ya vale de repartir hijos extramatrimonialmente por el mundo y dedicaros a vuestra pareja. Dixit.
Si alguien lo quiere leer escribí sobre el tema de la modernidad y las parejas ¡un saludo a todos!
http://maravillosasysolteras.blogspot.com/2011/12/condenados-la-solteria.html
Muy bueno tu post, allí te he comentado ; )
EliminarY añado otra cosa: las mujeres también somos infieles, aunque eso sea igualarnos a los hombres por abajo, pero lo somos. Eso desmonta parte del discurso macarronil, digo yo. Rebe.
EliminarYo aún estoy dándole vueltas a la segunda parte de la frase, ja, ja... perdonadme, es que hoy estoy espesa, buf! Para el tema de las infidelidades voy a poner la nota musical con un tema de Javier Krahe que me pone la piel de gallina en versión de Alejandro Sanz (volved a perdonarme) "Sábanas de seda"
ResponderEliminarspotify:track:0Mo7RQksVDyGGTQfBHXmpD
La infidelidad desde el punto de vista de él, que también.
Por cierto Sally, ¿para cuándo un post sobre el anuncio de Les Petits Marsellais? El que la madre lanza a su niño a una desconocida por no perder su sombrero... Es que lo vas a bordar, con tu lengua mordaz ;-)
Cuando descubre caricias ajenas
Eliminarsobre mi piel,
ella, en lugar de cortarse las venas,
me es muy infiel
y, aunque a mi lado fielmente regresa
porque es muy buena,
puede también darme alguna sorpresa
si hay luna llena.
Ja,ja,ja, buena moraleja...
Ay calla, calla, que entre lo feo que es el sobrero y lo inconsciente de la madre...no me extraña que el niño prefiera quedarse con la rubia!
Realmente no sé si me he perdido algo, pero para mí la interpretación de esa frase es mucho más sencilla... te quiero demasiado como para compartirte, pero a la vez demasiado poco porque no soy capaz de darte esa libertad sexual que tu cuerpo necesita o merece. Debe ser que yo tengo la mente así, pero en cuanto la he leído lo he visto claro... es una teoría muy extendida la de que el cuerpo no debe tener dueños, aunque el corazón los tenga. Porque al fin y al cabo, el tiempo pasa para todos y la rutina llega. Y lo digo yo, que a pesar de tener 25 años he vivido muchas experiencias (también sexuales) y una relación larga (7 añitos). Y gracias a dios, jaja, ni visto ropa de Bershka ni me maquillo (rímel por supuesto) ni me hace falta llevar relleno, porque tengo un buen par...
ResponderEliminarEs muy divertido el blog!! Iré leyéndolo entero poco a poco!
Un saludo!
http://plumadepandora.blogspot.com.es
Querida...he leído tu blog, y de "cangrejita" no tienes ni el nombre!! ja,ja,ja.
EliminarBienvenida ; )
Ahhh y respecto a perdonar la infidelidad no se sabe hasta que te ocurre, así lo creo yo. Parece fácil decir que se perdona, pero luego en realidad no lo has perdonado por dentro y eso acarrea muuuchos problemas. Y al revés, mucha gente que dice que jamás lo perdonaría, al final le ocurre y lo perdona... nunca se sabe.
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