
He revisionado una de mis favoritas, Orgullo y Prejuicio, ¡¡Adoro
a Jane Austen!!! y se me ha abierto el cielo de dos formas distintas.
Por un lado, no vuelvo a ver una peli doblada si puedo verla
en V.O. Naaaaada que ver. La de matices, inflexiones de la voz, pequeños
suspiros, susurros, palabras a medio decir que se quedan por el camino con el
doblaje! Las miradas, los roces y los alientos cobran un significado mucho más
intenso. Me ha flipado. Ya conocía la historia, tengo todas sus novelas y mi
lado romántico la tiene de referente absoluto, pero nunca había visto una de
las adaptaciones de sus historias en versión original. Lo sé, a buenas horas, pero
bueno, más vale tarde que nunca.
Por otro lado, he redescubierto al PUTO AMO en lo que a
conquistar damas se refiere. El gran, el inmenso, el mojabragas más potente de
la literatura universal. Mr. Fitzwilliam Darcy. Y vosotros sin enteraros de que tenéis
a vuestro alcance todas sus claves para hacer vuestra a cualquier fémina,
porque sale en una “peli para chicas”. Vosotros que os creíais que lo máximo para llevarse al
huerto a una tía era parecerse a Vin Diesel, a Mario Casas o al guaperas ese millonario
y cerdete de Grey (algún día me haré
el ánimo y leeré las 50 sombras esas aunque sólo sea para hablar con propiedad del
tema) y resulta que el quid de la cuestión amatoria está en manos de un tipejo
del S.XIX que se inventó una solterona de pueblo. Y además, ni siquiera besa a
la chica en toda la película. Pues sí, queridos, a veces el no besarla ahora
que se lo espera hace que el beso sea mucho más intenso e inolvidable dentro de
un par de horas cuando ya lo da por perdido quelosepáis.
Vayamos pues al meollo del asunto. Partimos de la base de
que es un personaje literario y convendría que leyerais la novela, pero por ser
del sexo masculino, os puede valer para comprobar que mi análisis es cierto simplemente
ver la peli del 2005, dirigida por Joe Wright y protagonizada por Keira Knightley
y Matthew Macfayden, quien a priori no es nada del otro jueves como jaco pero que
en esta estupenda adaptación está que se sale y desprende una química brutal
con la flaca de Keira (una paellita para esta chica, pordiosss). Lo dicho, sería
mejor que leyerais el libro, pero como los hombres sois muy visuales, si veis
la peli, podréis apreciar en todo su esplendor (e intentar aplicar en vuestras
conquistas, si estáis a la altura) el abanico de roces, miradas y gestos que
despliega Mr. Darcy para tener a Miss Bennet con las enaguas por los suelos.
Analicemos el caso, y por ende al personaje de un modo
científico. ¿Qué tiene Mr. Darcy y cómo se comporta que lo hace irresistible?
A. Es frío y poco hablador, parece que no le interesa lo que
ocurre a su alrededor, parece que está en la fiesta por compromiso, pero cuando
cruza una mirada contigo, la clava como si no hubiera nadie más en la
habitación. Enaguas por los suelos.

C. Cuando ya tienes una opinión formada de él y piensas que es
un chulo, casi huraño y antisocial, resulta que le descubres sin esperarlo un
gesto lleno de ternura que se le escapa y que oculta casi de inmediato para que
no descubras que en el fondo es un sentimental, no vaya a ser que te enamores.
Ya no sé ni dónde tengo las enaguas.
D. Llegado el momento de atacar, Mr. Darcy no se corta un pelo.
Sabe lo que quiere y te lo dice a la cara con pocas palabras pero las justas. “Te
quiero y quiero que de ahora en adelante formes parte de mi”. Vale, vale, eso
lo escribió Jane Austen hace un porrón de años, pero ya sabéis a lo que me
refiero. Con educación y en privado, descubre tus cartas mirándola a los ojos. Eso
es lo que haría un Hombre, ¡coño! Eso es lo que haría MI hombre, y si pretendes
serlo, aunque sea por una noche, échale huevos, pordiosss.
E. Una vez las cosas claras, si tengo problemas, allí está Mr.
Darcy para echarme una mano. No pide nada a cambio, no le cuenta a todo el
mundo qué ha hecho y por qué. Mr. Darcy ni siquiera quiere que te enteres tú,
no quiere recompensas ni medallitas, que seas feliz le basta. ¿Pagafantas? Si
fuera feo y canijo y sus favores incluyeran pasarte kleenex porque te ha dejado
otra vez el chuloputas de tu ex, sí
lo sería, pero Mr. Darcy es un Hombre, y los Hombres no pasan pañuelos, le dan
dos hostias a tu ex y punto pelota. Je t’adore Olivier!!
F. Mr. Darcy se enfrenta a todo para conseguir a su dama. A su
herencia, a su tía, a los prejuicios…Pero lo hace porque va en serio.
Cualquiera no vale para ser Mr. Darcy, y de eso nos damos cuenta las mujeres enseguida,
de quien está haciendo teatro y ese va a la picota fijo.
Y por último, recomendaros encarecidamente que veáis la
película lápiz en mano y papel en ristre para anotar cómo Darcy mira a Elizabeth Bennet, cómo la toca, cómo la
busca con todo su cuerpo cuando está lejos pero le deja espacio cuando ella lo
necesita. Cómo le dice que la quiere (o que se la quiere tirar, para los más
frívolos) y sobre todo, como camina hacia ella en la última escena mientras
está amaneciendo.
Si sois capaces de caminar hacia una mujer de ese modo
mientras la miráis como si no hubiera un mañana y la tía os dice que no….Es que
es gilipollas, la pobre.