No quería ser menos que el resto del mundo que se dedica estos días a hacer listas, rankings y resúmenes de lo que les ha deparado el año que se acaba pasado mañana, pero tampoco quiero aburriros, así que ahí van tres (sólo tres, pero qué tres) de los Mustangmomentos que más huella han dejado en mi espíritu sensible a lo largo de estos 12 meses. Lo sé, lo sé, soy una cultureta que no piensa más que en poesía y cine de autor, pero ¡qué se le va a hacer!
Que los disfruten, queridas, Hasta el año que viene!
22.12.13
La nueva

He estado durante 14 años trabajando en la misma empresa. He
crecido personal y profesionalmente en ella, enamorada de mi trabajo hasta las
trancas. He visto pasar a cientos de personas por sus instalaciones, he visto
mundo gracias a ella e incluso he visto más de lo que me gustaría o debería
haber visto, a veces. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la
puerta de Tannhaüser, je,je,je (lo siento, no puedo estar seria mucho rato) La
puta crisis empezó a afectarnos a finales de 2007, cuando aún ni se la nombraba
y poco a poco fui perdiendo proyectos, compañeros muy queridos (otros no tanto)
cajas de navidad, cenas de empresa, pagas extra, y al final nóminas.
Aún así, los pocos que íbamos quedando, seguíamos creyendo
ciegamente en que saldríamos adelante, en que juntos, aguantando hombro con
hombro con el cinturón tan apretado que sólo podías comprar marcas blancas,
remontaríamos el barco. Convencidos de que como en las películas viejas, los
buenos acaban ganando. Hasta que en Mayo, el barco se hundió. Empresas han
cerrado cientos durante estos años, pero como la mía, ninguna. Yo estuve allí
hasta el último día, la última de mi departamento. El que había sido mi
superior y amigo durante todo este tiempo y yo, abrazados diciéndonos: ha sido
un placer y un privilegio crecer a tu lado. Y cada uno a su casa.
Me quedé tan tocada que decidí cambiar de sector. Empezar de
cero. Darle un giro a mi vida. Y me puse en marcha.
Y no me han dejado. A los 2 meses de estar en paro me
llamaron de otra empresa de mi sector para trabajar a distancia, en plan
“cuando tenga curro te lo paso y cuando tenga dinero te lo pago” Indecente
propuesta, pero mientras encuentro algo mejor, a ello vamos. Y mientras sigo en
marcha encaminando mis pasos hacia otro sector.
Y no me han dejado. A primeros de este mes recibí una
llamada de la empresa a la que siempre habíamos considerado nuestra más fiera
competencia ofreciéndome directamente un puesto. Jornada completa, buen sueldo,
contrato indefinido, en una empresa estable y con mucho trabajo. Te necesitamos
a ti, llevamos meses intentando localizarte para ficharte, queremos que te
vengas como creativo (no diré más) con nosotros mañana ya si puedes. Son más
grandes de lo que nosotros fuimos nunca y hay gente de primer nivel trabajando
en sus filas.
Así que después de
llevar 4 meses empleando más horas en conseguir que me pagaran que en trabajar,
tras 5 años de incertidumbre y cuesta abajo laboral, vuelvo a ser la nueva del
departamento, en una empresa en la que jamás creí que trabajaría.
Resulta que mi sector es muy pequeño y específico, y al
parecer soy muy buena en mi trabajo, y mi nombre sale en reuniones y al
enterarse de que estaba libre había habido revuelo. Resulta que estoy en una
edad estupenda, soy lo suficientemente mayor como para saber lo que me hago y puedo
empezar a producir desde el primer día, pero lo suficientemente joven como
para que no me de miedo aprender y evolucionar. ¡¡Resulta que los cambios no
siempre son malos!!, y tras 5 años de inacabable lucha y tristeza profesional
ahora vuelvo a tener un montón de trabajo encima de mi mesa, una caja de
navidad en la despensa, una paga extra en el banco y un futuro por delante. ¡Y
yo creyendo que se acababa el mundo en mayo! ¡Queriendo renunciar a lo que sé
hacer cojonudamente bien porque ya no podría hacerlo allí! ¡Y resulta que mi
nombre salía en reuniones! ¡Si lo llego a saber pido más pasta! Ja,ja,ja.
Ahora soy la nueva en la oficina, y me gusta. Tengo el
contador a cero, nadie me conoce, ni yo sé nada de nadie, pero me miran y me
tratan como si les hubieran hablado bien de mi trabajo, y eso mola. Sigo
echando mucho de menos mi antigua oficina y a algunos de los compañeros que
tuve, pero estoy emocionada al intuir la cantidad de cosas que puedo aprender y
enseñar aquí. ¿Bien está lo que bien acaba?
Menudo año más extraño…Resulta que estoy cotizada, tú, y yo
sin saberlo…
8.12.13
Qué suerte hemos tenido
Nosotras, las mujeres, en concreto. De nacer en el S.XX, a
finales y en Europa.
![]() |
No sabes la que te espera, Tess. Por guapa. |
Me gusta mucho la literatura inglesa desde mediado el
S.XVIII hasta la primera guerra mundial. Desde Jane Austen hasta Oscar Wilde,
pasando por las hermanas Brönte o Thomas Hardy. Ya he hablado alguna vez de la
fascinación que me provoca, quizás por su marcada diferencia con el modo actual
de relacionarse socialmente a la hora del asunto sexual, la época victoriana. En estos tiempos del
“hola, ¿follamos?” mi lado sensible disfruta como un gorrino en una charca con
esos despliegues de gestos y miradas, de frases con doble sentido y veladas
insinuaciones, total para conseguir lo mismo….pero sin arruinar tu reputación.
Ahí es donde voy, antes de que los escasos maromos que
merodean por estas líneas huyan despavoridos ante tanto corsé y fruncido. Leí
hace poco una novela de Hardy, “Tess de los Urberville. Una mujer pura
fielmente presentada” Toma ya con el título, y flipé.
Hago un pequeño resumen aunque tenga spoilers, espero que no
os importe.
Tess es una jovencita de pueblo, hija de un borracho con
pretensiones. Su única baza para conseguir un buen marido es su belleza e inocencia, y con ello, sus padres
aspiran a casarla con un caballero. Descubren un parentesco lejano con una familia noble, y
allí que envían a Tess a ver si saca algo, con su belleza y su total
desinformación sobre la vida y los hombres. Y sí saca. El señorito de la casa
se obsesiona con ella y la viola. Por supuesto la deja embarazada, aunque
pierde al bebé a los pocos meses de nacer. Ella queda estigmatizada de por
vida, porque ha perdido su honra, y la sociedad concluye que su belleza es fruto del diablo, porque ha
hecho que le pase lo que le ha pasado.
Años después conoce a un buen tipo, que también se enamora
de ella y se quiere casar. Ella insiste en contarle su pasado, pero él está
seguro de su amor y no quiere saber nada. De modo que se casan y en la
confianza de la noche de bodas, ella, que no quiere tener secretos para su
marido, se sincera…Y el “enamoradísimo” la repudia inmediatamente porque no ha
sido el primero en tocarla.
De ahí al final de libro todo es un dramón. Baste decir que ella
mata a su violador y entonces la ahorcan por matar a un probo ciudadano. Al
menos su marido se arrepiente de haberla tratado así, aunque ya sea demasiado
tarde.
Hardy se define entre otras cosas por el realismo de
sus novelas, y por entrar de una manera muy fiel dentro del alma femenina de la
época. Tiene otra novela que también me gustó mucho, Lejos del mundanal ruido,
en la que la protagonista también en una chica valiente luchando contra los
elementos, aunque esta acaba bien. ¡Vaya época! ¿Os imagináis haber nacido
entonces? ¡¡No éramos nada!! Absolutamente nada. Y hasta lo que aún hoy es
considerado una ventaja para nosotras, que es una carcasa agradable y
apetitosa, se podía volver en tu contra si se fijaba en ti el hijoputa
equivocado.
Imagina que lo único que tienes para hacerte valer en la
vida es tu virginidad y tu cara bonita. Con eso tienes que conseguir un futuro
para ti y para tus hijos, porque esa es otra, has de tenerlos, como no puedas
(lo de que no quieras es inconcebible) estás acabada. Si eres fea, has de
decirle que sí al primero que te lo pida, quien sabe si habrá otro. Si eres bonita
igual puedes pescar a un marido más rico, aunque sea más viejo o más mala
persona, o las dos cosas juntas. Y sin rechistar hasta que te mueras. El puede
hacer su vida, pero como tú pongas tus lindos ojos en otros bigotes menos
amarillentos, estás desahuciada. Tú y tus hijas. Tus hijos varones aún podrán
hacer carrera en el ejército y congraciarse de nuevo con la familia paterna,
pero olvídate de casar bien a tus hijas, que la sociedad no olvida que una
noche un apuesto oficial rebuscó bajo tus prohibidas enaguas en un baile de
máscaras.
Qué suerte hemos tenido, ya que íbamos a nacer mujeres, de
hacerlo a finales del S.XX, en Europa en concreto (porque si llegamos a nacer
en Oriente Medio o Africa, qué más nos da el siglo) Qué suerte la nuestra de
poder contar además de con nuestra cara bonita, con nuestro cerebro, con
nuestros brazos y con nuestro libre albedrío a la hora de abrirnos de piernas.
Aún así, cuando yo era adolescente, en mi pueblo, de mi
edad, éramos dos pandillas de chicas. Los chicos con los que íbamos normalmente
nos habían puesto un apodo a cada grupo. Las Putas y Las Monjas. Las primeras
eran las que se enrollaban con ellos, y las segundas, es decir, mis amigas y
yo, las que éramos vírgenes, castas y puras y no se nos conocía novio ni
rollete. Ellos decían que salían con las Putas pero que se casarían con Las
Monjas. Y Las Monjas callábamos, sonreíamos mientras nos sonrojábamos
discretamente en el salón parroquial y los fines de semana escapábamos a la ciudad
a hacer con nuestros cuerpos lo que nos diera la gana. Los pobres muchachos de
nuestro pueblo no sólo se equivocaban en eso, tampoco acertaron con lo de
cazarnos para ser las madres de sus hijos cuando se cansaran de picar y volar.
Acabamos todas con hombres seguros de sí mismos a los que nuestro pasado y
reputación les importaba verdaderamente un pito. Tanto como a nosotras la suya.
2.12.13
Crespón negro por Paul Walker, señoras.
Vaya putada. No es que mereciera menos lo que le ha pasado que cualquier otro tío del mundo, pero cuando encima era una visión, aún jode más la cosa. Para lo chungo que está el panorama, al menos los hombres como él nos hacían sonreir y fantasear como bobas cada vez que aparecía ante nuestras retinas.
Ayer murió Paul Walker. Guapo entre los guapos, mirada acero azul, sonrisa angelical y abdominales que pedían a gritos sirope de chocolate. Qué putada. 40 años. Accidente de coche. Eso en la saga Fast & Furious no le había pasado nunca...Mis sueños más salvajes lo van a echar de menos. Espero que le de recuerdos de mi parte en el Olimpo al que van los Apolos como él a Andy Whitfield.
Ayer murió Paul Walker. Guapo entre los guapos, mirada acero azul, sonrisa angelical y abdominales que pedían a gritos sirope de chocolate. Qué putada. 40 años. Accidente de coche. Eso en la saga Fast & Furious no le había pasado nunca...Mis sueños más salvajes lo van a echar de menos. Espero que le de recuerdos de mi parte en el Olimpo al que van los Apolos como él a Andy Whitfield.
Nenas, crespón negro porque se nos ha ido uno de los más poderosos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)